Manglares De La Península De Nicoya, Costa Rica

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Revista de Ciencias Ambientales (Trop J Environ Sci).(Diciembre, 2005). EISSN:2215-3896 .Vol 30(1):59- 63 .DOI: http://dx.doi.org/10.15359/rca.30-1.9URL: www.revistas.una.ac.cr/ambientalesEMAIL: revista.ambientales@una .ac.crManglares de la península de Nicoya, Costa RicaMangroves of the Nicoya Peninsula, Costa RicaJuan Bravo aaEl autor es geógrafo especialista en humedales e investigador en la Universidad Nacional, Costa Rica.Director y Editor:Dr. Eduardo Mora-CastellanosConsejo Editorial:Enrique Lahmann, UICN , SuizaEnrique Leff, UNAM, MéxicoMarielos Alfaro, Universidad Nacional, Costa RicaOlman Segura, Universidad Nacional, Costa RicaRodrigo Zeledón, Universidad de Costa RicaGerardo Budowski, Universidad para la Paz, Costa RicaAsistente:Rebeca Bolaños-CerdasLos artículos publicados se distribuyen bajo una Creative Commons Reconocimiento al autor-No comercial-Compartir igual4.0 Internacional (CC BY NC SA 4.0 Internacional) basada en una obra en http://www.revistas.una.ac.cr/ambientales, lo queimplica la posibilidad de que los lectores puedan de forma gratuita descargar, almacenar, copiar y distribuir la versión finalaprobada y publicada (post print) del artículo, siempre y cuando se realice sin fines comerciales y se mencione la fuente yautoría de la obra.

MANGLARES DE LA PENÍNSULA DENICOYA, COSTA RICARESUMENEn Costa Rica los ecosistemas de manglar se distribuyen a lo largode la costa pacífica desde Puerto Soley hasta la desembocaduradel río Coto Colorado. En la península de Nicoya, el sector másimportante lo constituyen los bosques de mangle del sistemaestuarino del rio Tempisque y parte del golfo de Nicoya, abarcandouna gran superficie que se extiende a lo largo de las márgenesde tal sistema estuarino: desde el río Bolsón hasta el estero CaboBlanco, en el límite del sector interno del golfo, incluyendo unavasta franja que varía en anchura, desde pocos metros hastacerca de seis kilómetros, como los manglares de estero Letras. Losimpactos directos e indirectos sobre tales bosques anegados loslesiona: contaminación por agroquímicos, la transformación deluso del suelo en las zonas interiores aporta sedimentos y residuosquímicos, y también es negativa la creciente actividad turística enla zona de litoral abierto de la península, basada en un desordenado uso de la zona marítimo-terrestre. A todo ello debe sumarseel efecto del cambio climático.Mangrove swamp ecosystems are spread along the CostaRican Pacific Coast from Puerto Soley until the estuary ofCoto Colorado River. In the Nicoya Peninsula, the mostimportant area is formed by the mangrove swamps inthe Tempisque River estuary system and a sector in theNicoya Gulf. They extend over a big surface along theriverbanks in the aforementioned estuary, from BolsónRiver until the Cabo Blanco estuary, in the border ofthe inner sector in the gulf. It includes a large portionranging in width, from a few meters up to six kilometers,like the mangrove swamps in the Letras estuary. Thedirect and indirect impacts on such waterlogged areasaffect in a negative way on this estuarial ecosystem,pollution by agrichemical products is a very importantshocking effect presented in a short term. Likewise,the transformation in the land use in inner areas hasinfluence by adding sediments and chemical residues. Inaddition, the development in the growing tourist activityin the open coastland area in the peninsula, based in adisorderly use in the marine coastal zone, has madesome damage too. It must be added to these impacts,the effect in the climatic changes over these areas.Juan Bravo, geógrafo especialista en humedales, es investigador en la Universidad Nacional.por JUAN BRAVOLos manglares son ecosistemas propios de loslitorales marinos tropicales y subtropicales. Selocalizan en áreas protegidas del oleaje y delas corrientes marinas, como bahías o ensenadas, desembocaduras de ríos, lagunas costeras y sistemas deltaicos, con presencia de suelos lodosos regularmenteinundados (Pizarro et al. 2004). Ellos son formacionesde árboles que han desarrollado adaptaciones como:tolerancia a altos niveles de salinidad, raíces aéreasque estabilizan el árbol en terrenos blandos, semillasflotantes (plántulas) y estructuras especializadas parapermitir la entrada de oxígeno y la salida de bióxidode carbono. El manglar está formado por mezclas deárboles representados por tres especies de Rhizophora:R. Mangle, R. Racemosa, R. Harrisonil, dos especiesde Avicennia: A. Germinans y A. bicolor, así comoindividuos de Lagunculara racemosa y Cono-carpuserecta. Los manglares constituyen un tipo de humedaltipificado como sistema estuarino, definido como“hábitat de aguas profundas y tierras adyacentes coninfluencia de mareas, a menudo semiencerradas portierra, parcialmente obstruidas por tierra o esporádicamente expuestas a la fachada oceánica. [en ellos] el agua del océano es diluida por agua dulce quecorre de tierras interiores” (Cowardin 1979). Su salinidad puede presentar gradientes debido a factores deevaporación, distancia de la línea costera u oscilaciónde caudales. Las condiciones hidroclimáticas y elmaterial parental del suelo, entre otros factores, condicionan la biodiversidad en ese tipo de ecosistema,considerado como uno de los más productivos delmundo (Windevoxhel e Imbach 1999).Muchas áreas de manglar se han convertidoen santuarios naturales debido a la biodiversidadpresente, convergiendo allí grupos faunísticosterrestres y marinos, constituyendo importantesespacios para el mantenimiento de algunas especiesamenazadas de extinción, como aves (por ejemplo elibis escarlata), mamíferos (como el manatí), reptiles

(como lagartos y tortugas) e invertebradosmarinos (como esponjas, moluscos, crustáceosy algas). Importante es también el papel de losmanglares en la protección del entorno físicoante el efecto de tormentas, huracanes y erosióncostera.Los recursos que ofrecen los ecosistemas demanglar tienen valores que repercuten en laseconomías nacionales, condición responsablede la presión a la que se les ha sometido a nivelmundial, reduciendo notablemente su cobertura. Se estima que en el mundo (Lacerda etal. 1993) quedan 14.197.635 ha de bosques demangle; en ambas costas de América Centralquedan 633.498 ha (Mendelssohn y Mckee2000), y solo en la pacífica hay 320.000 ha(Jiménez 1999); en Costa Rica se estima quesubsisten 42.314 ha (Madrigal 2000). La conversión de extensas superficies de bosques anegadosen espacios para la infraestructura camaroneraha provocado la desaparición en el mundo demás de un millón de hectáreas de manglar consu biodiversidad asociada, ya que, además de laremoción del suelo, dicha actividad utiliza grandes cantidades de productos químicos (alimento, fertilizantes, plaguicidas, antibióticos ) quedan lugar a un complejo tóxico contaminanteque repercute en las condiciones hídricas circundantes, produciéndose eutrofización e hipernitrificación. Consonantemente, en varios paísesde Latinoamérica la intensiva cría del camaróno langostino que en la actualidad se desarrollarepresenta el mayor peligro de desaparición detales ecosistemas.Manglares en Costa RicaEn la costa pacífica costarricense los manglares se distribuyen desde Puerto Soley, en lafrontera con Nicaragua, hasta la desembocaduradel río Coto Colorado, en el sur (Pizarro et al.1994), estando las principales formaciones enPuerto Soley, Tamarindo, golfo de Nicoya, estero Damas, Térraba-Sierpe, Rincón y río CotoColorado. En la vertiente caribeña, la superficiede los bosques de manglar es relativamentepequeña; según Cortés et al. (2000), el másgrande, ubicado en el Refugio Nacional de VidaSilvestre Gandoca-Manzanillo, alcanza solo 12,5ha, aunque aún se encuentran reductos alterados en Westfalia, Moín y Tortuguero.Las condiciones hidroclimáticas de vida de losmanglares del norte de Costa Rica están carac-60terizadas por la alternancia de un período secoprolongado y una precipitación de entre 1.400y 2.000 mm, dando como resultado árboles depoco diámetro, con alturas que alcanzan hastalos 20 metros. Para el otro grupo de manglares, alsur de la península de Nicoya, las condiciones secaracterizan por un período seco reducido y unaprecipitación anual que alcanza los 2.000 mm;aquí los árboles de mangle llegan medir más de35 metros de altura y a tener diámetros mayoresa 60 cm.Distribución de manglares en Costa RicaLegislación para manglaresExiste una vasta y diversa legislación aplicableal manejo y conservación de los ecosistemasde manglar. El artículo 40 de la Ley orgánicadel ambiente, que declara de interés públicolos humedales y su conservación estén o noprotegidos por las leyes que rijan esta materia-lo cual es respaldado por la Ley de aguas- da lasiguiente definición de humedales: “Ecosistemascon dependencia de regímenes acuáticos,naturales o artifícales, permanentes o temporales,lénticos o lóticos, dulces, salobres o salados,incluyendo las extensiones marinas hasta el límiteposterior de fanerógamas marinas o arrecifes decoral o, en su ausencia, hasta seis metros deprofundidad en marea baja”. En su artículo 42,esa Ley confiere al Ministerio del Ambiente(Minae) -en coordinación con otras institucionescompetentes- la posibilidad de delimitar zonasde protección de humedales, las cuales sesujetarán a planes de ordenamiento y manejo

a fin de prevenir y combatir la contaminacióno la degradación de esos ecosistemas. Por suparte, el Reglamento de la Ley de la zona marítimoterrestre menciona que los manglares están bajo lacategoría de reserva forestal, aunque por ser untipo de humedal son tutelados por el Minae. LaLey forestal menciona que en virtud del interéspúblico, se prohíbe la corta o el aprovechamientode los bosques en parques nacionales, reservasbiológicas, humedales incluyendo manglares,zonas protectoras, refugios de vida silvestre yreservas forestales propiedad del estado. A lavez estipula que el estado podrá realizar allílabores de investigación, educación ambiental yecoturismo.En la Ley orgánica del ambiente se establecesanciones a quienes contaminen el ambiente yle ocasionen daños y, dentro de eso, a quienesrealicen actividades orientadas a interrumpir losciclos naturales de los ecosistemas de humedal,como la construcción de diques, drenajes, desecamientos, rellenos o cualquier otra alteraciónque provoque el deterioro y la eliminación detales ecosistemas (artículo 45). El manejo y usode los recursos en los manglares se define con laaplicación de algunos lineamientos; en humedales dentro de áreas protegidas se aplica losmismos lineamientos de conservación que en lasdiversas categorías de áreas protegidas (parquesnacionales y refugios de vida silvestre). La Leyde biodiversidad prohíbe arrojar aguas servidas,aguas negras, desechos o cualquier sustanciacontaminante en manantiales, ríos, quebradas,arroyos, lagos, marismas y embalses naturaleso artificiales, esteros, turberas, pantanos, aguasdulces, salobres o saladas (artículo 132). La última herramienta legal para regular el deterioro delos manglares fue emitida en un decreto de 2001en el que la construcción de diques, canales orellenos que provoquen su desecamiento estánterminantemente prohibidos.Manglares en península de NicoyaEl litoral de la península de Nicoya presentauna gama de ambientes morfolitorales constituida por diversos sedimentos producto deldesgaste del material parental. Tales sedimentosson producto de los basamentos rocosos másantiguos del país (rocas de la península de SantaElena), en el extremo norte, y de formacionessedimentarias recientes constituidas por el aca-rreo y depósito de aluviones anuales formadospor arenas, limos, arcillas y materia orgánica.El desarrollo areal de ecosistemas de manglar sedebe a factores como: el material constitutivo,las condiciones climáticas, la morfología de lalínea costera, direcciones de las corrientes marinas, condiciones intermareales, dirección de losvientos, etcétera. De ahí que se pueda segmentarel litoral de la península en varios sectores.El sector 1, comprendido desde el límite conNicaragua hasta el cabo Velas, presenta unacosta sinuosa, con dos grandes golfos, SantaElena y Papagayo, dentro de los que se ubicanvarias bahías que varían en longitud, en algunasde las cuales se han desarrollado importantesformaciones de manglar: Junquillal, Cuajiniquil,Santa Elena y Potrero Grande.En el sector 2, desde cabo Velas hasta puntaGigante en el extremo sur de la península, eldesarrollo de los manglares se ha dado bajo laprotección natural de formaciones de cordoneslitorales, manteniendo comunicación con elocéano a través de canales o bocas, ejemplo delo cual es el sistema estuarino de Tamarindo,declarado sitio Ramsar.Algunos manglares influenciados por un bajooleaje y un rango intermareal amplio, como elgolfo de Nicoya, y algunas bahías y ensenadas dela costa externa de la península, como PotreroGrande y Tamarindo, y también esteros comoSan Francisco y Congo donde el efecto del oleajeha sido considerablemente reducido, se desarrollan en sustratos incosolidados finos (lodos ylimos). Al sur del manglar de Tamarindo se ubicael estero de San Francisco, una antigua bahíacolmatada por sedimentos que ha dado lugar a laformación de un ecosistema de manglar.Al suroeste de este sector 2 se ubica una planicie fluviomarina de unos 10,5 km2 de superficie formada por el aporte de sedimentos fluvialesacarreados por una serie de abanicos fluvialescoalescentes, formados por los drenajes de lasfilas costeras cercanas, siendo los principales losríos Bongo y Ario. Los sedimentos han formadoun cordón litoral de 7 km de longitud donde seubican las playas San Miguel y Coyote, divididas por la desembocadura del río Ciego y otrosdrenajes y que han formado los esteros Jabilla yCoyote.Dividida por la fila El Roble, que se adentraen la plataforma marina, se ubica una pequeña61

planicie -al igual que la anterior- de origen fluviomarina, de unos 20,5 km2, influenciada porel aporte de sedimentos provenientes de los ríosBongo y Ario, en cuya desembocadura se hanformado los esteros Liborio y Boca Brava. Elacarreo de sedimentos ha formado un extensocordón litoral de unos 8 km de longitud conocido como estero Liborio-Boca Brava, que aúnpresenta cobertura de bosque de mangle.Es de destacar que los bosques de manglar delos esteros Bejuco, Jabilla, Coyote y Boca Bravahan disminuido su cobertura debido a la presiónde las actividades agrícolas y ganaderas perifé-Tamarindo, Costa Ricaricas y el desarrollo de infraestructura turística.La eliminación de tal barrera boscosa naturalaumenta el riego sobre los asentamientos enlas playas, ya que están expuestas a la fachadaoceánica de mar abierto, aumentando los potenciales riesgos producto del cambio climático,como inundaciones, tormentas y ventiscas. Estepatrón muestra la escasa prevención sobre lalínea costera y sus posibles efectos, modelo quese repite en toda la zona marítimo-costera de lapenínsula.El sector 3, constituido por los manglares delgolfo, abarca una superficie de 7.277 ha extendidas desde la desembocadura del río Bolsón hastael estero Cabo Blanco. Esta vasta cobertura demanglares varía en anchura: desde pocos metros,hasta cerca de 6 km -como los manglares delestero Letras. Las formaciones de manglaresfrontales están dominadas por Rhizophora mangleque, según Jiménez (1999), tienen un escaso62desarrollo estructural. Hacia la sección interior,influenciada por las aguas de los drenajes y lareducción de la salinidad, hay mayor desarrollo ymás diversidad del bosque. Los bosques de mangle del golfo están representados en su mayorparte por especies de Rhizophora spp y Avicenniaspp, y en ciertas áreas por especies de los génerosLaguncularia spp y Pelliciera.Amenazas a manglaresLos impactos sobre los ambientes de manglarpueden ser directos, relacionados con la cercaníade las acciones antrópicas, e indirectos, cuandoManuel Reyesocurren en terrenos interiores. Tales efectosgeneralmente repercuten en forma negativasobre un determinado ecosistema y en especialsobre los sistemas estuarinos.Según Madrigal (2000), la contaminaciónpor agroquímicos es un efecto impactante muyfuerte que se presenta a corto plazo; asimismo,la transformación del uso del suelo en las zonasinteriores repercute con los aportes de sedimentos y residuos químicos. Tal es el caso de lasplantaciones de caña de azúcar en la cuenca bajadel río Tempisque, cuya actividad está asociada ala desecación de los suelos a través de canales ytransformación o eliminación de drenajes naturales, lo que modifica el escenario ambiental.El desarrollo de la creciente actividad turística,en especial en la zona de litoral abierto de lapenínsula, ha impactado muy fuertemente. Lassalineras artesanales, que utilizaban el manglarcomo combustible, han afectado numerosos

manglares, como los de los esteros Icaca y deLepanto y Jicaral. Efectos negativos a largoplazo, según Madrigal (Ibid.), provienen de laacuicultura, aunque hoy constituyan una actividad incipiente.La línea costera y sectores interiores estánsiendo afectados por la erosión marina productodel aumento del nivel base del mar por efectodel cambio climático: en costas abiertas confuerte energía de oleaje, como las de Barrigona yBarco Quebrado, hay un aumento en los nivelesde inundación que, sobre todo en humedalesestuarinos, redunda en intrusión de agua saladaen las fuentes de agua dulce.ConclusionesLos ecosistemas de manglar han sido fuentede recursos vitales para los pobladores estuarinos: alimentos varios, pesca comercializable,madera, leña y refugio, pero este aprovechamiento ha sido alterado por la sobreexplotaciónde esos bosques. Las regulaciones han tenidouna repercusión positiva en algunos manglares,sobre todo los ubicados en la sección interiordel golfo de Nicoya, donde se nota una recuperación del bosque; sin embargo, el crecientedesarrollo de infraestructura turística a lo largode la línea costera de la península afecta fuertemente los ciclos naturales de tales ecosistemas,debido en gran medida a la falta de políticasde ordenamiento territorial a nivel nacional,regional y local, al escaso control ambiental delos entes gubernamentales y a la baja educaciónciudadana respecto de la naturaleza. La pobrezaimperante en las zonas costeras repercute enusos inadecuados de los manglares.Ante la ausencia de bosques como los manglares, las áreas costeras son más vulnerables alos eventos naturales como huracanes, fuertesoleajes y sismos, especialmente en los sectorescon fachadas oceánicas abiertas cuyos territoriosquedan expuestos.Es probable que la distribución geográficade los manglares de la península de Nicoya sevea alterada debido a los cambios de temperatura y de montos de las precipitaciones, conconsecuencias aún no previsibles en la gamade los ecosistemas costero-marinos. Algunos deéstos (marismas, manglares, arrecifes, estuariosde ríos, etcétera) están fuertemente amenazados por el cambio climático y otras presionescomo el desmedido y no planificado desarrollourbano-costero, lo que tendrá efectos negativossobre la disponibilidad de agua dulce, la pesca,la diversidad biológica y la actividad turística. Apesar de que aún no se han presentado eventoscatastróficos en las costas de la península, no esdescartable que ocurran fenómenos naturalescon consecuencias nefastas para las comunidades humanas.La ordenación de los manglares debe ser uncomponente de la ordenación de la zona costeray estuarina del país, en la que han de intervenirtodas las entidades regionales del estado y organismos no gubernamentales, usuarios, pobladores vecinos y entes técnico-científicos. Se debefomentar más la conciencia pública referentea los valores de los manglares y sus beneficiosfuturos. El estado debe procurar desarrollar ymantener una base de datos de los sistemasestuarinos y fomentar investigaciones con baseen compromisos políticos y administrativos, a finde detectar rápidamente y con más exactitud loscambios climáticos.Referencias bibliográficasCortés J., A. C. Fonseca y M. Coll. 2000. Descripción del manglardel Refugio Naciona

2000), y solo en la pacífica hay 320.000 ha (Jiménez 1999); en Costa Rica se estima que subsisten 42.314 ha (Madrigal 2000). La conver-sión de extensas superficies de bosques anegados en espacios para la infraestructura camaronera ha provocado la desaparición en

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