La Gaviota Novela Y Actividades - Strinospagnolo 3

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Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesnovela y actividadesPRIMERA PARTEA mis hijos Sebastián, Max y León,los mejores tripulantes de mis sueños;al puerto de Hamburgo,porque allí subieron a bordo,y al gato Zorbas, por supuesto.Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino1

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividades1Mar del NorteElba, en el mar del Norte. Desde la altura veían los barcosformados uno tras otro, como si fueran pacientes y disciplinadosanimales acuáticos esperando turno para salir a mar abierto yorientar allí sus rumbos hacia todos los puertos del planeta.A Kengah, una gaviota de plumas color plata, le gustabaespecialmente observar las banderas de los barcos, pues sabíaque cada una de ellas representaba una forma de hablar, denombrar las mismas cosas con palabras diferentes.-Qué difícil lo tienen los humanos. Las gaviotas, en cambio,graznamos igual en todo el mundo -comentó una vez Kengah a unade sus compañeras de vuelo.-Así es. Y lo más notable es que a veces hasta consiguenentenderse -graznó la aludida.-¡Banco de arenques a babor! -anunció la gaviota vigía, y laMás allá de la línea de la costa, el paisaje se tornaba de un verdebandada del Faro de la Arena Roja recibió la noticia con graznidosintenso. Era un enorme prado en el que destacaban los rebaños dede alivio. Llevaban seis horas de vuelo sin interrupciones y, aunqueovejas pastando al amparo de los diques y las perezosas aspas delas gaviotas piloto las habían conducido por corrientes de aireslos molinos de viento.cálidos que hicieron placentero el planear sobre el océano, sentíanSiguiendo las instrucciones de las gaviotas piloto, la bandada della necesidad de reponer fuerzas, y qué mejor para ello que un buenFaro de la Arena Roja tomó una corriente de aire frío y se lanzó enatracón de arenques. Volaban sobre la desembocadura del ríoHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino2

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadespicado sobre el cardumen de arenques.cuenta de su tercer arenque. Como todos los años, se escucharíanCientoveinte cuerpos perforaron el agua como saetas y, al salir a lainteresantes historias, especialmente las narradas por las gaviotassuperficie, cada gaviota sostenía un arenque en el pico.del cabo de Peñas, infatigables viajeras que a veces volaban hastaSabrosos arenques. Sabrosos y gordos. Justamente lo quelas islas Canarias o las de Cabo Verde.necesitaban para recuperar energías antes de continuar el vueloLas hembras como ella se entregarían a grandes festines dehasta Den Helder, donde se les uniría la bandada de las islassardinas y calamares mientras los machos acomodarían los nidosFrisias.al borde de un acantilado. En ellos pondrían los huevos, losEl plan de vuelo tenía previsto seguir luego hasta el paso de Calaisempollarían a salvo de cualquier amenaza y, cuando a los polluelosy el canal de la Mancha, donde serían recibidas por las bandadasles crecieran las primeras plumas resistentes, llegaría la parte másde la bahía del Sena y Saint Malo, con las que volarían juntashermosa del viaje: enseñarles a volar en el cielo de Vizcaya.hasta alcanzar el cielo de Vizcaya.Kengah hundió la cabeza para atrapar el cuarto arenque, y por esoPara entonces serían unas mil gaviotas que, como una rápida nubeno escuchó el graznido de alarma que estremeció el aire:de color plata, irían en aumento con la incorporación de las-¡Peligro a estribor! ¡Despegue de emergencia!bandadas de Belle Îlle, Oléron, los cabos de Machichaco, del Ajo yCuando Kengah sacó la cabeza del agua se vio sola en lade Peñas. Cuando todas las gaviotas autorizadas por la ley del marinmensidad del océano.y de los vientos volaran sobre Vizcaya, podría comenzar la granconvención de las gaviotas de los mares Báltico, del Norte yAtlántico.Sería un bello encuentro. En eso pensaba Kengah mientras dabaHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino3

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y r:MesadaHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino4

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesCOMPRENSIÓN LECTORA6. Resumir en pocas líneas el primer capítulo.1. ¿Qué representan las banderas de los barcos para Kengah?a. Colores muy bonitos que se mueven con el viento.b. Formas diferentes de hablar.c. Nada.2. Las gaviotas proceden de:a. Los mares de China y del océano índico.b. Los océanos Atlántico y Pacífico.c. Los mares Báltico, del Norte y ocáno Atlántico.3. En la convención de gaviotas se reunirán más de:a. Un millón de gaviotas.b. Mil gaviotas.c. Cien gaviotas.4. La convención es para:a. Ir de juerga y pasárselo genial.b. Poner los huevos y empollarlos.c. Protestar por las mareas negras.5. Kengah no oye la voz de alarma porque:a. No atiende nunca lo que graznan otras gaviotas.b. Se ha distraído con las banderas de los barcos.c. Se ha sumergido para atrapar otro arenque.Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino5

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividades ¿Quién es Kengath?2 ¿Por qué dice que los humanos tienen problemas para entenderse?Un gato grande, negro y gordo ¿Con qué propósito todos los grupos de gaviotas vuelan hacia unmismo lugar? Los animales:-Me da mucha pena dejarte solo -dijo el niño acariciando el lomodel gato grande, negro y gordo. Luego continuó con la tarea demeter cosas en la mochila. Tomaba un casete del grupo Pur, unode sus favoritos, lo guardaba, dudaba, lo sacaba, y no sabía sivolver a meterlo en la mochila o dejarlo sobre la mesilla. Era difícilHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino6

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesdecidir qué llevarse para las vacaciones y qué dejar en casa. Elincesante ajetreo del puerto de Hamburgo, y allí, por ejemplo, elgato grande, negro y gordo lo miraba atento, sentado en el alféizarniño le decía:de la ventana, su lugar favorito.-¿Ves ese barco, Zorbas? ¿Sabes de dónde viene? Pues de-¿Guardé las gafas de nadar? Zorbas, ¿has visto mis gafas deLiberia, que es un país africano muy interesante porque lo fundaronnadar? No. No las conoces porque no te gusta el agua. No sabes lopersonas que antes eran esclavos. Cuando crezca, seré capitán deque te pierdes. Nadar es uno de los deportes más divertidos.un gran velero e iré a Liberia. Y tú vendrás conmigo, Zorbas. Serás¿Unas galletitas? -ofreció el niño tomando la caja de galletas paraun buen gato de mar. Estoy seguro.gatos.Como todos los chicos de puerto, aquél también soñaba con viajesLe sirvió una porción más que generosa, y el gato grande, negro ya países lejanos. El gato grande, negro y gordo lo escuchabagordo empezó a masticar lentamente para prolongar el placer.ronroneando, y también se veía a bordo de un velero surcando los¡Qué galletas tan deliciosas, crujientes y con sabor a pescado!mares."Es un gran chico", pensó el gato con la boca llena. "¿Cómo que unSí. El gato grande, negro y gordo sentía un gran cariño por el niño,gran chico? ¡Es el mejor!", se corrigió al tragar.y no olvidaba que le debía la vida.Zorbas, el gato grande, negro y gordo, tenía muy buenas razonesZorbas contrajo aquella deuda precisamente el día en quepara pensar así de aquel niño que no sólo gastaba el dinero de suabandonó el canasto que le servía de morada junto a sus sietemesada en esas deliciosas galletas, sino que le mantenía siemprehermanos.limpia la caja con gravilla donde aliviaba el cuerpo y lo instruíaLa leche de su madre era tibia y dulce, pero él quería probar unahablándole de cosas importantes.de esas cabezas de pescado que las gentes del mercado daban aSolían pasar muchas horas juntos en el balcón, mirando ellos gatos grandes. Y no pensaba comérsela entera, no, su idea eraHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino7

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesarrastrarla hasta el canasto y allí maullar a sus hermanos:Hay humanos que creen que los gatos negros traen mala suerte,-¡Basta ya de chupar a nuestra pobre madre! ¿Es que no ven cómopor eso, hijo, no salgas del canasto.se ha puesto de flaca?Pero Zorbas, que por entonces era como una pequeña bola deComan pescado, que es el alimento de los gatos de puerto.carbón, abandonó el canasto.Pocos días antes de abandonar el canasto su madre le habíaQuería probar una de esas cabezas de pescado. Y también queríamaullado muy seriamente:ver un poco de mundo.-Eres ágil y despierto, eso está muy bien, pero debes cuidar tusNo llegó muy lejos. Trotando hacia un puesto de pescado con elmovimientos y no salir del canasto. Mañana o pasado vendrán losrabo muy erguido y vibrante, pasó frente a un gran pájaro quehumanos y decidirán sobre tu destino y el de tus hermanos. Condormitaba con la cabeza ladeada. Era un pájaro muy feo y con unseguridad les llamarán con nombres simpáticos y tendrán labuche enorme bajo el pico. De pronto, el pequeño gato negro sintiócomida asegurada. Es una gran suerte que hayan nacido en unque el suelo se alejaba de sus patas, y sin comprender lo quepuerto, pues en los puertos quieren y protegen a los gatos. Loocurría se encontró dando volteretas en el aire. Recordando una deúnico que los humanos esperan de nosotros es que mantengamoslas primeras enseñanzas de su madre, buscó un lugar donde caeralejadas a las ratas. Sí, hijo. Ser un gato de puerto es una gransobre las cuatro patas, pero abajo lo esperaba el pájaro con el picosuerte, pero tú debes tener cuidado porque en ti hay algo queabierto.puede hacerte desdichado. Hijo, si miras a tus hermanos verás queCayó en el buche, que estaba muy oscuro y olía horrible.todos son grises y tienen la piel rayada como los tigres. Tú, en-¡Déjame salir! ¡Déjame salir! -maulló desesperado.cambio, has nacido enteramente negro, salvo ese pequeño-Vaya. Puedes hablar -graznó el pájaro sin abrir el pico-. ¿Quémechón blanco que luces bajo la barbilla.bicho eres?Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino8

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividades-¡O me dejas salir o te rasguño! -maulló amenazante.-¡Debes de estar ciego, pelícano imbécil! Ven, gatito. Casi terminas-Sospecho que eres una rana. ¿Eres una rana? -preguntó el pájaroen la panza de estesiempre con el pico cerrado.pajarraco -dijo el niño, y lo tomó en brazos.-¡Me ahogo, pájaro idiota! -gritó el pequeño gato.Así había comenzado aquella amistad que ya duraba cinco años.-Sí. Eres una rana. Una rana negra. Qué curioso. -¡Soy un gato yEl beso del niño en su cabeza lo alejó de los recuerdos. Lo vioestoy furioso! ¡Déjame salir o lo lamentarás! -maulló el pequeñoacomodarse la mochila, caminar hasta la puerta y desde allíZorbas buscando dónde clavar sus garras en el oscuro buche.despedirse , una vez mas.-¿Crees que no sé distinguir un gato de una rana? Los gatos son-Nos vemos dentro de cuatro semanas. Pensaré en ti todos lospeludos, veloces y huelen a pantufla. Tú eres una rana. Una vezdías, Zorbas. Te lo prometo.me comí varias ranas y no estaban mal, pero eran verdes. Oye,-¡Adiós, Zorbas! ¡Adiós, gordinflón! -se despidieron los dos¿no serás una rana venenosa? -graznó preocupado el pájaro.hermanos menores del niño.-¡Sí! ¡Soy una rana venenosa y además traigo mala suerte!El gato grande, negro y gordo oyó cómo cerraban la puerta con-¡Qué dilema! Una vez me tragué un erizo venenoso y no me pasódoble llave y corrió hasta una ventana que daba a la calle para vernada. ¡Qué dilema! ¿Te trago o te escupo? -meditó el pájaro, peroa su familia adoptiva antes de que se alejara. El gato grande, negrono graznó nada más porque se agitó, batió las alas y finalmentey gordo respiró complacido. Durante cuatro semanas sería amo yabrió el pico.señor del piso. Un amigo de la familia iría cada día para abrirle unaEl pequeño Zorbas, enteramente mojado de babas, asomó lalata de comida y limpiar su caja de gravilla. Cuatro semanas paracabeza y saltó a tierra. Entonces vio al niño, que tenía al pájaroholgazanear en los sillones, en las camas, o para salir al balcón,agarrado por el cogote y lo sacudía.trepar al tejado, saltar de ahí a las ramas del viejo castaño y bajarHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino9

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadespor el tronco hasta el patio interior, donde acostumbraba a reunirsecon los otros gatos del barrio. No se aburriría. De ninguna manera.Así pensaba Zorbas, el gato grande, negro y gordo, porque nosabía lo que se le vendría encima en las próximas horas.COMPRENSIÓN LECTORA1. ¿Cómo es Zorbas?a. Grande, negro y gordo.b. Grande, blanco y gordo.c. Pequeño, negro y gordo.2. El niño prepara sus cosas para:a. Ir al instituto.b. Ir de vacaciones.c. Ir a casa de sus abuelos.3. ¿Qué le sirve el niño a Zorbas?a. Galletitas con sabor a pescado.b. Un arenque gordísimo.c. Una lata de comida para gatos.4. ¿De qué salva el niño al gatito?a. De ser devorado por una gaviota.b. De ser aplastado por un carro.c. De ser tragado por un pelícano.5. ¿Qué quería hacer el gatito?a. Ver el mundo y contarlo a sus hermanos.b. Coger una cabeza de pescado y presumir ante sus hermanos.c. Coger una cabeza de pescado y compartirla con sus hermanos.Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino10

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividades6. Resumir en pocas líneas el segundo capítulo. Escribe la historia del gato Zorbas. Vas a hablar sobre estos puntos:- Cómo es y dónde vive.- Su aventura con el pelícano cuando era aún muy niño.- La relación que tiene con su familia adoptiva,especialmente con el niño. ¿Cómo se conocieron? ¿Cuál es el origen del nombre del país Liberia? ¿Sabes dónde está? Los animales:PELÍCANO – RANA – ERIZO – RATA -GATOHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino11

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividades3cubiertas de petróleo. La mancha viscosa, la peste negra, leHamburgo a la vistapegaba las alas al cuerpo, así que empezó a mover las patas conla esperanza de nadar rápido y salir del centro de la marea negra.Con todos los músculos acalambrados por el esfuerzo alcanzó porfin el límite de la mancha de petróleo y el fresco contacto con elagua limpia. Cuando, a fuerza de parpadear y hundir la cabezaconsiguió limpiarse los ojos, miró al cielo, no vio más que algunasnubes que se interponían entre el mar y la inmensidad de labóveda celeste. Sus compañeras de la bandada del Faro de laArena Roja volarían ya lejos, muy lejos.Era la ley. Ella también había visto a otras gaviotas sorprendidaspor las mortíferas mareas negras y, pese a los deseos de bajar abrindarles una ayuda tan inútil como imposible, se había alejado,Kengah desplegó las alas para levantar el vuelo, pero la espesa olarespetando la ley que prohíbe presenciar la muerte de lasfue más rápida y la cubrió enteramente. Cuando salió a flote, la luzcompañeras.del día había desaparecido y, tras sacudir la cabeza con energía,Con las alas inmovilizadas, pegadas al cuerpo, las gaviotas erancomprendió que la maldición de los mares le oscurecía la vista.presas fáciles para los grandes peces, o morían lentamente,Kengah, la gaviota de plumas de color plata, hundió varias veces laasfixiadas por el petróleo que, metiéndose entre las plumas, lescabeza, hasta que unos destellos de luz llegaron a sus pupilastapaba todos los poros.Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino12

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesEsa era la suerte que le esperaba, y deseó desaparecer prontocon asombro comprobó que el petróleo no le había pegado las alasentre las fauces de un gran pez.al cuerpo. Tenía las plumas impregnadas de aquella sustanciaLa mancha negra. La peste negra. Mientras esperaba el fatalespesa, pero por lo menos podía extenderlas.desenlace, Kengah maldijo a los humanos.—Tal vez tenga todavía una posibilidad de salir de aquí y, quién—Pero no a todos. No debo ser injusta —graznó débilmente.sabe si volando alto, muy alto, el sol derretirá el petróleo —graznóMuchas veces, desde la altura vio cómo grandes barcos petrolerosKengah.aprovechaban los días de niebla costera para alejarse mar adentroHasta su memoria acudió una historia escuchada a una viejaa lavar sus tanques. Arrojaban al mar miles de litros de unagaviota de las islas Frisias que hablaba de un humano llamadosustancia espesa y pestilente que era arrastrada por las olas. PeroIcaro, quien para cumplir con el sueño de volar se habíatambién vio que a veces unas pequeñas embarcaciones seconfeccionado alas con plumas de águila, y había volado, alto,acercaban a los barcos petroleros y les impedían el vaciado de loshasta muy cerca del sol, tanto que su calor derritió la cera con quetanques. Por desgracia aquellas naves adornadas con los coloreshabía pegado las plumas y cayó.del arco iris no llegaban siempre a tiempo a impedir elKengah batió enérgicamente las alas, encogió las patas, se elevóenvenenamiento de los mares.un par de palmos y se fue de bruces al agua. Antes de intentarloKengah pasó las horas más largas de su vida posada sobre elnuevamente sumergió el cuerpo y movió las alas bajo el agua. Estaagua, preguntándose aterrada si acaso le esperaba la más terriblevez se elevó más de un metro antes de caer.de las muertes; peor que ser devorada por un pez, peor que sufrirEl maldito petróleo le pegaba las plumas de la rabadilla, de talla angustia de la asfixia, era morir de hambre.manera que no conseguía timonear el ascenso. Una vez más seDesesperada ante la idea de una muerte lenta, se agitó entera ysumergió y con el pico tiró de la capa de inmundicia que le cubría laHistoria de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadesProf. Giovanni Strino13

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividadescola. Soportó el dolor de las plumas arrancadas, hasta queEn un desesperado intento por recobrar altura cerró los ojos y batiófinalmente comprobó que su parte trasera estaba un poco menoslas alas con sus últimas energías. No supo cuánto tiempo mantuvosucia.los ojos cerrados, pero al abrirlos volaba sobre una alta torreAl quinto intento Kengah consiguió levantar el vuelo.adornada con una veleta de oro.Batía las alas con desesperación, pues el peso de la capa de—¡San Miguel! —graznó al reconocer la torre de la iglesiapetróleo no le permitía planear. Un solo descanso y se iría abajo.hamburgueña.Por fortuna era una gaviota joven y sus músculos respondían enSus alas se negaron a continuar el vuelo.buena forma.Ganó altura. Sin dejar de aletear miró hacia abajo y vio la costaapenas perfilada como una línea blanca. Vio también algunosbarcos moviéndose cual diminutos objetos sobre un paño azul.Ganó más altura, pero los esperados efectos del sol no laalcanzaban. Tal vez sus rayos prodigaban un calor muy débil, o lacapa de petróleo era demasiado espesa.Kengah comprendió que las fuerzas no le durarían demasiado y,buscando un lugar donde descender, voló tierra adentro, siguiendola serpenteante línea verde del Elba.El movimiento de sus alas se fue tornando cada vez más pesado ylento. Perdía fuerza. Ya no volaba tan alto.Historia de una gaviota y del gato que l

Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar – novela y actividades Prof. Giovanni Strino 3! picado sobre el cardumen de arenques. Cientoveinte cuerpos perforaron el agua como saetas y, al salir a la superficie, cada gaviota sostenía un arenque en el pico

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