Cómo Detectar Mentiras - WordPress

3y ago
34 Views
2 Downloads
2.12 MB
399 Pages
Last View : 24d ago
Last Download : 3m ago
Upload by : Kaydence Vann
Transcription

Cómo detectar mentiras

Paidós Psicología H o yÚltimos títulos 2.J. L. Linares, Las formas del abusoJ. [ames. El lenguaje corporalP. Angel y P. Amar, Guía práctica del coarhingJ. Fogler y L. Stern, ¿Dónde he puesta las llaves ? Cómo recordar lo que sete olvida y 7to olvidar lo importanteD. C. Thomas y K. Inkson, Inteligencia cultural. Habilidadesinterpersonales para triunfar en la empresa globalA. K K'ster, El lenguaje del trabajoJ. Redorta, Entender el conflictoE. . I.anger, Mindfulness. La conciencia plenaA Ix wen, El narcisismoG. Nardone, 1M mirada del corazón. Aforismos terapéuticosC. Papagno, La arquitectura de los recuerdosA Pattakos. En busca del sentidoM. Romo, Psicología de la creatividadG. Nardone, La dieta de la paradoja. Cómo superar las barreraspsicológicas que te impiden adelgazar y estar en forma

Paul EkmanCómo detectar mentirasUna guía para utilizar en el trabajo,la política y la parejaNueva edición ampliadaPAIDÓSBarcelona * Buenos Aires Mémco

Título origina): TellingLiesPublicado en inglés, por Berkley Books, Nueva YorkTraducción de Leandro WolfsoriCubierta: Idee1. " edición en esta presentación, noviembre 20092. " impresión, diciembre 2009No se permite la reproducción Lola! o parcial de e*tc libro, ni su incorporación a un sistema¡nfoniiájHo. ni MI iransmisir'm en cualquier forma o ptw cualquier medio, sea c.ue elec tronico,mecánico, por fotocopia, por Cfardoón u oíros métorkii,. sin el permiso previo y por ciernoriel editor. I i infracción de los derechos mencionados puede ser constitutiva de dcliu contra la propicdarl intelectual ( A r l . 270 y siguientes del Código Penal). 2001 by Pau! Ekman 2005 de la traducción. Leandro Wolfson Espasa Libros, S . L . U . , 2005Paseo de Recoletos, 4. 28001 MadridEdiciones Paidós Il ética es un sello editorial de Espasa Libros, S.I .L".Av. Diagonal, 662-664. 08034 BarcelonaVfWW.paidos.comISBN: «»78-84-493-1800-9Depósito legal: B-46.470/2009Impreso en Book PrintBotánica, 176-178 - 08908 L'Hospilalet de Llobregat (Barcelona)Impreso en España - Printed in Spain

A la memoria de Erving Goffman,extraordinario amigo y colegay a mi esposa, Mary Ann Masón,crítica y confidente

SumarioReconocimientosPrólogo a la nueva edición1.2.3.4.5.6.7.8.9.10.11.eIntroducciónM e n t i r a s , autodelaciones e indicios del engañoPor qué fallan las mentirasLa detección del engaño a p a r t i r de las palabras,la voz y el cuerpoLos indicios faciales del engañoPeligros y precaucionesEl polígrafo como cazador de mentirasVerificación de la m e n t i r aDetectar mentiras en la década de 1990La m e n t i r a en la v i d a públicaNuevos descubrimientos y nuevas ideas sobre lam e n t i r a y su detecciónEpilogoApéndiceNotas bibliográficasíndice analítico y de nombres7913244382128167196249289309335357363373387

ReconocimientosEstoy agradecido a la C l i n i c a l - R e s e a r c h B r a n c h of t h eN a t i o n a l I n s t i t u t e of M e n t a l H e a l t h (División de Investigaciones clínicas del I n s t i t u t o Nacional de la Salud M e n t a l ) por elapoyo que brindó a mi investigación sobre la comunicación noverbal entre 1963 y 1981 ( M H 11976). El Research ScientistA w a r d Program (Programa de Premios a la Investigación C i e n tífica) de dicha institución ha financiado t a n t o el desarrollo demi proyecto de investigaciones d u r a n t e la mayor p a r t e de losúltimos veinte años, como la redacción de este libro ( M H 06092).Deseo asimismo agradecer a la Fundación H a r r y F. Guggen heim y a la Fundación J o h n D. y Catherine T. M a c A r t h u r por elrespaldo que ofrecieron a algunos de los estudios mencionadosen los capítulos 4 y 5. Wallace V. Friesen, con q u i e n trabajé d u r a n t e más de dos décadas, merece en i g u a l medida que yo, quese le acrediten los hallazgos de los que doy cuenta en esos capítulos; muchas de las ideas expuestas en esta obra s u r g i e r o n enp r i m e r l u g a r en esas dos décadas de diálogo entre nosotros.A Silvan S. T o m k i n s , amigo, colega y maestro, quiero agradecerle que me haya alentado a escribir este l i b r o , así como loscomentarios y sugerencias que me hizo llegar sobre el m a n u s crito. Un cierto número de otros amigos lo leyeron y pude beneficiarme con sus críticas, formuladas desde distintos puntos dev i s t a : Robert B l a u , médico; S t a n l e y Caspar, abogado; JoCarson, novelista; Ross M u l l a n e y , ex agente del F B I ; RobertPickus, político; Robert Ornstein, psicólogo; y B i l l W i l l i a m s ,asesor en administración de empresas. Mi esposa M a r y A n n7

Masón fue mi p r i m e r a lectora y mi crítica paciente y constructiva.Debatí muchas de las ideas presentadas en el l i b r o conE r v i n g Goffman, quien estaba interesado en el engaño desdeun ángulo sumamente diferente, y pude d i s f r u t a r del contraste,aunque no la contradicción, entre nuestras diversas perspectivas. Recibir sus comentarios acerca del manuscrito habría sidoun honor para mí, pero Goffman murió de manera imprevistapoco antes de que se lo enviase. El lector y yo nos hemos vistoperjudicados por este hecho luctuoso, a raíz del cual el diálogoentre Goffman y yo sobre este libro sólo pudo tener lugar en mipropia mente.laliífiíenm(LSEarahepudi;tirpecu8

Prólogo a la nueva ediciónAl releer los primeros ocho capítulos que formaban la p r i m e ra edición publicada en 1985, así como los capítulos 9 y 10, quese añadieron a la segunda edición publicada en 1992, sentí ung r a n alivio al no descubrir nada que considerara incorrecto. Elundécimo capítulo, añadido a esta tercera edición, contiene nuevas distinciones teóricas, un breve resumen de nuevos descubrimientos y un conjunto de explicaciones de por qué la mayoríade las personas, incluidos los profesionales, no saben detectarmentiras.Con el paso del tiempo y con más resultados procedentes dela investigación me siento un poco menos cauto sobre la posibilidad de detectar mentiras a p a r t i r de la a c t i t u d . N u e s t r a confianza también ha crecido como resultado de las actividades deenseñanza que hemos realizado. D u r a n t e los últimos quince años,me he dedicado a enseñar, j u n t o con mis colegas M a r k F r a n k(Universidad Rutgers) y Maureen O'Sullivan (Universidad deSan Francisco) el m a t e r i a l contenido en Cómo detectar mentirasa personal de seguridad de Estados Unidos, Reino U n i d o , I s rael, H o n g Kong, Canadá y A m s t e r d a m . Las personas a las quehemos enseñado no estaban interesadas en este tema desde unpunto de vista académico; su intención era aplicarlo de i n m e diato y nos h a n aportado muchos ejemplos que confirman distintas ideas contenidas en Cómo detectar mentiras.Basándonos en nuestras propias investigaciones y en las experiencias que nos h a n explicado distintos profesionales de loscuerpos de seguridad, tengo plena confianza en lo siguiente. Las

probabilidades de d i s t i n g u i r con éxito si una persona miente odice la verdad son máximas cuando: La m e n t i r a se cuenta por p r i m e r a vez. La persona no ha contado antes m e n t i r a s de esta clase. H a y mucho en juego, sobre todo si existe amenaza de uncastigo severo. El entrevistador carece de prejuicios y no se apresura asacar conclusiones. El entrevistador sabe cómo alentar al entrevistado paraque cuente su relato (cuanto más palabras se digan, mejorse podrá d i s t i n g u i r la m e n t i r a de la verdad). El entrevistador y el entrevistado proceden del mismocontexto c u l t u r a l y hablan el mismo idioma. El investigador considera que los indicios descritos enCómo detectar mentiras señalan la importancia de obtenermás información en lugar de verlos como pruebas de quese miente. El entrevistador es consciente de las dificultades (que sedescriben en Cómo detectar mentiras) de identificar aquienes se encuentran bajo sospecha de haber cometidoun delito pero son inocentes y dicen la verdad.10

"Cuando la situación semeja ser exactamente t a l como senos aparece, la a l t e r n a t i v a más probable es que sea u n a farsat o t a l ; cuando la farsa es excesivamente evidente, la posibilidadmás p r o b a b l e es que no h a y a n a d a de f a r s a . " — E r v i n gGoffman, Strategic Interaction." E l marco de referencia que aquí i m p o r t a no es el de lamoral sino el de la supervivencia. La capacidad lingüística p a r aocultar información, i n f o r m a r erróneamente, provocar a m b i güedad, f o r m u l a r hipótesis e i n v e n t a r es indispensable, entodos los niveles —desde el camuflaje grosero hasta la visiónpoética—, para el e q u i l i b r i o de la conciencia h u m a n a y el desar r o l l o del hombre en la sociedad." —George Steiner, AfterBabel."Si la falsedad, como la verdad, tuviese un solo rostro, estaríamos mejor, ya que podríamos considerar cierto lo opuesto delo que dijo el mentiroso. Pero lo contrario a la verdad tiene m i lformas y un campo i l i m i t a d o . " — M o n t a i g n e , Ensayos.11

1IntroducciónEs el 15 de septiembre de 1938 y va a iniciarse uno de losengaños más infames y mortíferos de la historia. Adolf H i t l e r ,canciller de Alemania, y Neville Chamberlain, p r i m e r m i n i s t r ode G r a n Bretaña, se encuentran por vez p r i m e r a . El m u n d oaguarda expectante, sabiendo que ésta puede ser la últimaesperanza de e v i t a r otra g u e r r a m u n d i a l . (Hace apenas seismeses las tropas de H i t l e r invadieron A u s t r i a y la anexionarona Alemania. I n g l a t e r r a y Francia protestaron, pero nada más.)El 12 de septiembre, tres días antes de esta reunión con C h a m b e r l a i n , H i t l e r exige que u n a p a r t e de Checoslovaquia seaanexionada también a A l e m a n i a , e i n c i t a a la revuelta en esepaís. Secretamente, H i t l e r ya ha movilizado al ejército alemánpara atacar Checoslovaquia, pero sabe que no estará listo paraello hasta finales de septiembre.Si H i t l e r logra evitar durante unas semanas más que loschecoslovacos movilicen sus tropas, tendrá la ventaja de unataque por sorpresa. Para ganar tiempo, le oculta a Chamberl a i n sus planes de invasión y le da su palabra de que si loschecos satisfacen sus demandas se preservará la paz. C h a m berlain es engañado; t r a t a de persuadir a los checos de que nomovilicen su ejército mientras exista aún u n a posibilidad denegociar con H i t l e r . Después de su encuentro con éste, C h a m b e r l a i n le escribe a su hermana: ".pese a la dureza y crueldadque me pareció ver en su rostro, tuve la impresión de que podíaconfiarse en ese hombre si daba su palabra de h o n o r " . Cincodías más tarde, defendiendo su política en el Parlamento frente113

a quienes d u d a b a n de la buena fe de H i t l e r , C h a m b e r l a i nexplica en un discurso que su contacto personal con H i t l e r lepermitía decir que éste "decía lo que realmente pensaba".Cuando comencé a estudiar la m e n t i r a , hace quince años,no tenía idea en absoluto de que mi trabajo p u d i e r a teneralguna relación con esta clase de mentiras. Pensaba que sólopodía ser útil p a r a los que trabajaban con enfermos mentales.Dicho estudio se había i n i c i a d o cuando unos terapeutas aquienes les había comunicado m i s hallazgos anteriores —quelas expresiones faciales son u n i v e r s a l e s , en t a n t o que losademanes son específicos de cada cultura:— me preguntaron siesos comportamientos no verbales podían revelar que el paciente estaba m i n t i e n d o . Por lo general esto no origina dificultades, pero se convierte en un problema cuando un i n d i v i d u o queha sido i n t e r n a d o en un hospital a raíz de un i n t e n t o de suicidio s i m u l a que se siente mucho mejor. A los médicos los aterror i z a ser engañados por un sujeto que se suicida cuando quedalibre de las restricciones que le ha impuesto el hospital. Estai n q u i e t u d práctica de los t e r a p e u t a s planteó u n a cuestiónfundamental acerca de la comunicación h u m a n a : ¿pueden laspersonas controlar todos los mensajes que t r a n s m i t e n , inclusocuando están m u y perturbadas, o es que su conducta no verbaldelatará lo que esconden las palabras?Busqué e n t r e mis filmaciones de entrevistas con pacientespsiquiátricos un caso de m e n t i r a . Había preparado esas películas con u n a finalidad d i s t i n t a : identificar las expresiones delrostro y los ademanes que podían ayudar a diagnosticar un tipode trastorno m e n t a l y su gravedad. Ahora que mi interés secentraba en el engaño, me parecía ver señales de mentiras enmuchos de esos filmes. La cuestión era cómo estar seguro deque lo eran. Sólo en un caso no tuve n i n g u n a duda, por lo quesucedió después de la entrevista.M a r y era u n a ama de casa de 42 años. El último de sus tresintentos de suicidio había sido m u y grave: sólo por casualidadalguien la encontró antes de que la sobredosis de pildoras quehabía tomado acabase con ella. Su historia no era m u y diferente de la de tantas otras mujeres deprimidas de mediana edad.2314

Los chicos habían crecido y ya no la necesitaban, su m a r i d oparecía enfrascado totalmente en su trabajo. M a r y se sentíainútil. Para la época en que fue i n t e r n a d a en el h o s p i t a l ya noera capaz de llevar adelante el hogar, no dormía bien y pasabala mayor parte del tiempo llorando a solas.En las tres primeras semanas que estuvo en el hospital fuemedicada e hizo t e r a p i a de grupo. Pareció reaccionar b i e n :recobró la vivacidad y dejó de hablar de suicidarse. En u n a delas entrevistas que filmamos, M a r y le contó al médico lo mejorada que se encontraba, y le pidió que la a u t o r i z a r a a s a l i r elfin de semana. Pero antes de recibir el permiso. confesó quehabía mentido para conseguirlo: todavía quería, desesperadamente, matarse. Debió pasar otros tres meses en el hospitalhasta recobrarse de veras, aunque un año más t a r d e t u v o u n arecaída. Luego dejó el hospital y, por lo que sé, aparentementeanduvo bien muchos años.La entrevista filmada con M a r y hizo caer en el e r r o r a lamayoría de los jóvenes psiquiatras y psicólogos a quienes se lamostré, y aun a muchos de los expertos. La estudiamos centenares de horas, volviendo atrás repetidas veces, inspeccionandocada gesto y cada expresión con cámara lenta p a r a t r a t a r dedescubrir cualquier indicio de engaño. En u n a brevísima pausaque hizo M a r y antes de explicarle al médico cuáles eran susplanes para el f u t u r o , vimos en cámara lenta una fugaz expresión facial de desesperación, t a n efímera que la habíamospasado por alto las primeras veces que examinamos el film.U n a vez que advertimos que los sentimientos ocultos podíanevidenciarse en estas brevísimas microexpresiones, buscamos yencontramos muchas más, que habitualmente eran encubiertasal instante por u n a sonrisa. También encontramos un microademán: al contarle al médico lo bien que estaba superando susdificultades, M a r y mostraba a veces un fragmento de gesto deindiferencia. ni siquiera era un ademán completo, sino sólouna parte: a veces, se t r a t a b a de u n a leve rotación de una desus manos, o t r a s veces las manos quedaban q u i e t a s peroencogía un hombro en forma casi imperceptible.4Creímos haber observado otros indicios no verbales del15

engaño, pero no estábamos seguros de haberlos descubierto oimaginado. Cualquier comportamiento inocente parece sospechoso cuando uno sabe que el sujeto ha m e n t i d o . Sólo unamedición objetiva, no influenciada por nuestro conocimiento deque la persona mentía o decía la verdad, podía servirnos comoprueba que corroborase lo que habíamos observado. Además,para estar seguros de que los indicios de engaño descubiertosno eran idiosincrásicos, teníamos que estudiar a mucha gente.Lógicamente, para el encargado de detectar las mentiras — e lcazador de m e n t i r a s — todo sería mucho más sencillo si lasconductas que traicionan el engaño de un sujeto fuesen evidentes también en las mentiras de otros sujetos; pero ocurre quelos signos del engaño pueden ser propios de cada individuo.Diseñamos un experimento, tomando como modelo la m e n t i r ade M a r y , en el cual los sujetos estudiados tenían u n a intensamotivación para ocultar las fuertes emociones negativas experimentadas en el momento de m e n t i r . Les hicimos observar aestos sujetos una película muy perturbadora, en la que aparecían escenas quirúrgicas sangrientas; debían ocultar sus sentimientos reales de repugnancia, disgusto o angustia y convencera un entrevistador que no había visto el film de que habíandisfrutado u n a película documental en la que se presentabanbellos j a r d i n e s floridos. ( E n los capítulos 4 y 5 damos cuenta denuestros hallazgos.)No pasó más de un año —aún estábamos en las etapasiniciales de nuestros experimentos sobre m e n t i r a s — cuandome enteré de que me estaban buscando ciertas personas interesadas en un t i p o de mentiras m u y diferente. ¿Podían servir mismétodos o m i s hallazgos para a t r a p a r a ciertos norteamericanos sospechosos de t r a b a j a r como espías para otros países? Amedida que fueron pasando los años y nuestros descubrimientos sobre los indicios conductuales de los engaños de pacientesa sus médicos se publicaron en revistas científicas, las solicitudes a u m e n t a r o n . ¿Qué opinaba yo sobre la posibilidad de adiest r a r a los guardaespaldas de los integrantes del gabinete paraque pudiesen i n d i v i d u a l i z a r , a través de sus ademanes o de sumodo de caminar, a un t e r r o r i s t a dispuesto a asesinar a uno de16

estos altos funcionarios? ¿Podíamos enseñarle al F B I a entrenar a sus policías para que fuesen capaces de averiguar cuándomentía un sospechoso? Ya no me sorprendió c u a n d o mepreguntaron si sería capaz de ayudar a los funcionarios quellevaban a cabo negociaciones internacionales del más altonivel para que detectasen las mentiras del otro bando, o si ap a r t i r de unas fotografías tomadas a Patricia H e a r s t mientrasparticipó en el asalto a un banco podría decir si ella habíatenido o no el propósito de robar. En los cinco últimos años elinterés por este tema se internacionalizó: t o m a r o n contactoconmigo representantes de dos países con los que EstadosUnidos mantenía relaciones amistosas, y en u n a ocasión en queyo estaba dando unas conferencias en la Unión Soviética, se meaproximaron algunos funcionarios que dijeron pertenecer a un"organismo eléctrico" responsable de los interrogatorios.No me causaba mucho agrado este interés; temía que mishallazgos fuesen aceptados acríticamente o aplicados en formaapresurada como producto de la ansiedad, o que se utilizasencon fines inconfesables. Pensaba que a menudo las claves noverbales del engaño no serían evidentes en la mayor parte delos falseamientos de tipo c r i m i n a l , político o diplomático; sólose trataba de "corazonadas" o conjeturas. Cuando era i n t e r r o gado al respecto no sabía explicar el porqué. Para l o g r a r l o ,tenía que averiguar el motivo de que las personas cometiesenerrores al m e n t i r , como de hecho lo hacen. No todas las m e n t i ras fracasan en sus propósitos: algunas son ejecutadas impecablemente. No es forzoso que haya indicios conductuales — u n aexpresión facial m a n t e n i d a d u r a n t e un tiempo excesivo, unademán h a b i t u a l que no aparece, un quiebro momentáneo de lavoz—. Debía haber signos delatores. Sin embargo, yo estabaseguro de que tenían que existir ciertos indicios generales delengaño, de que aun a los mentirosos más impenetrables lostenía que t r a i c i o n a r su comportamiento. A h o r a bien: sabercuándo una m e n t i r a lograba su objetivo y cuándo fracasaba,cuándo tenía sentido indagar en busca de indicios y cuándo no,significaba saber cómo diferían entre sí las m e n t i r a s , los m e n t i rosos y los descubridores de mentiras.17

La m e n t i r a que H i t l e

2. Mentiras, autodelaciones e indicios del engaño 24 3. Por qué fallan las mentiras 43 4. La detección del engaño a partir de las palabras, la voz y el cuerpo 82 5. Los indicios faciales del engaño 128 6. Peligros y precauciones 167 7. El polígrafo como cazador de mentiras 196 8. Verificación de la mentira 249 9.

Related Documents:

Juli n Rold n Ilust rador Poes a de tradici n oral. 1 ADIVINANZAS EN ALTO VIVE, . hay una mole parada, que se pasa todo el día mirando hacia arriba. y no sirve para nada. MENTIRAS Y DISPARATES AHORA QUE ANDAMOS DESPACIO le voy a contar mentiras: Por el mar corren las liebres, por el aire las sardinas. Hoy hace veinte mil años que en la .

le dejab sola o e n la cabañ dae Inverness E.n su lugar tení, qua e venirse conmigo en el coche a San Francisco y regresar a la mana-ña siguiente Es. o resultab aburrida paro a él, per o lo peor vin o en otoño, cuando Tom empezó a involucrarse en serio en la vida noc-turna de los sábado esn la

Lana Oro Aluminio Poliéster Papel PVC Algodón (0) Teflón (-) Existen diversos aparatos capaces de detectar la carga eléctrica de los cuerpos. Aquí se trabajará con dos de ellos, el electroscopio y el electrómetro. Electroscopio El electroscopio es un instrumento para detectar la presencia y magnitud de carga eléctrica de un cuerpo.

1.1.3 WordPress.com dan WordPress.org WordPress menyediakan dua alamat yang berbeda, yaitu WordPress.com dan WordPress.org. WordPress.com merupakan situs layanan blog yang menggunakan mesin WordPress, didirikan oleh perusahaan Automattic. Dengan mendaftar pada situs WordPress.com, pengguna tidak perlu melakukan instalasi atau

WordPress Themes WordPress Premium Themes WordPress Free Themes WordPress Plugins ite Templates WordPress Hosting WordPress.com CreativeMarket.com . with crowdfunding b Astoundif plugin and fundif theme. Plugin will empower o

Lesson 2. Install Wordpress On Your Domain Lesson 3. How To Log In And Out Of Wordpress Lesson 4. The Design Of Your Wordpress Website Lesson 5. First Steps To A Perfect Website Lesson 6. Add Your First Wordpress Page Lesson 7. Add Your First Wordpress Post Lesson 8. All About Widgets IN-DEPTH GUIDE - DRILL DOWN TO THE WONDERS OF WORDPRESS .

la mayor preocupación por la verdad. Porque únicamente la clase obrera obtendría toda clase de ventajas, en toda clase de circunstancias, del conocimiento de la verdad. Nada tiene que ocultar, en la historia por lo menos. Las mentiras sociales siempre han servido, y sirven todavía, para engañaría.

When designing a storage tank, it is necessary to meet the requirements of the design code (in this case, API 650), and also with all those requirements of the codes involved in the process of the tank. Some of them are listed below: API-RP 651: Cathodic Protection of Aboveground Petroleum Storage Tanks